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Ámbito geográfico
Ámbito geográfico
La Denominación de Origen Protegida "Queso Ibores" abarca 35 términos municipales en las comarcas naturales de Ibores,
Villuercas, La Jara y Trujillo, situadas al noreste de Extremadura y limitando con las provincias de Toledo y Badajoz.
Esta zona exhibe uno de los paisajes más diversos de Extremadura, con picos que alcanzan los 1.600 metros,
valles encajados, y una vegetación que va desde bosques de alcornoques y encinas hasta robledales excepcionales y
vastos jarales, intercalados con tierras de cultivo. Su topografía se caracteriza por sierras paralelas,
como las de Villuercas, la Palomera y Altamira, junto con zonas de penillanura, como la comarca trujillana.
Esta área, que prolonga los Montes de Toledo hacia Extremadura, divide las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana.
Su relieve abrupto está compuesto por serranías y valles paralelos de dirección sudeste a noroeste,
donde los ríos Almonte e Ibor, afluentes del Tajo, así como el Guadarranque y Ruecas, que desembocan en el Guadiana,
son los principales cursos fluviales.
Los suelos, poco profundos y de baja fertilidad originados a partir de cuarcitas, granitos y pizarras,
solo permiten el cultivo en los valles y las llanuras circundantes.
Las precipitaciones varían entre 600 l/m2 anuales en las zonas bajas y 1.000 - 1.200 l/m2 en las cumbres,
favoreciendo el desarrollo de pastos naturales predominantemente perennes y anuales.
La flora, mayoritariamente bosque mediterráneo con encinas y alcornoques, donde las bellotas,
una de las principales fuentes de aliemntaciñon, son esenciales en invierno,
se complementa con sotobosques de jaras, tomillo y brezo. Estas características influyen en la alimentación del ganado,
asegurando producciones lácteas de reconocida calidad.
Características de la zona
Suelos: Se dan los siguientes tipos de suelo:
- Arcillosos, de color rojo cobrizo y con piedra abundante.
- Berrocales graníticos.
- Arenosos.
- Esquisto-pizarroso
Comarca Ibores
La comarca natural de Ibores, situada en el sureste de la provincia de Cáceres, se caracteriza por su terreno montañoso, accidentado y de difícil acceso. En esta región, el ganado caprino, gracias a su rusticidad, ha logrado adaptarse a las duras condiciones de pastoreo, convirtiéndose en la base fundamental de la economía local.